martes, diciembre 15, 2009

El Asesino Bicentenario


El otro dia me paso algo muy extraño.

Era un dia, como casi todos los dias, tan normal, tan aburrido y tan frio.
Iba un poco apresurado, ya que la clase de Cálculo estaba por comenzar y yo apenas había salido de mi casa.

Fui a la parada del ya conocido autobús "Circuito bicentenario" el cual regularmente hace mi parada sobre Churubusco, cerca de la avenida Apatlaco.

Es bien sabido (y para los que no sepan) que el circuito bicentenario es un autobús que recorre todo el circuito interior, con la peculiaridad de que no hace paradas continuas como la mayoria de los transportes publicos, sino que hace solo paradas en puntos específicos, puntos que talvez yo considere como "los mas importantes" por ser estos donde baja la mayoria de la gente.

Regresando a mi relato, llegué un poco tarde a la parada de mi autobús cuando empezé a sentir una precensia sombría y escalofriante, Es como si la muerte dijera en un susurro mi nombre.
Di la vuelta y ahi estaba ese ser tan despreciable y asqueroso, aquella persona que años atras fue mi objetivo de caza y ahora sólo la miro como un pedazo de basura insignificante.
Si asi es ahi estaba esa señora, temblando de frío pero con una mirada que expresaba lujuria y deseos de venganza: Orgasmitos.

No pude contener el asco que me producia su precensia asi que me alejé unos cuantos metros para no tener que sentir ese asqueroso vaho que exhalaba como el moribundo exhala su vida.

Minutos después llego el esperado autobus y para suerte mía la señora que he mencionado anteriormente se subio al mismo transporte, aunque separada unos cuantos asientos del mío.

Lo que sigue es un suceso muy enfermizo pero para mi fue como ver una pelicula de comedia y mejor aun como si yo mismo hubiera sido autor del siguiente acontecimiento.

La pobre anciana, que solo quería ahorrarse unos cuantos pasos para llegar a su morada, no sabía que el transporte no haria parada donde ella lo solicitara, asi que al tocar el timbre del autobus, el conductor, solo hizo un sonido que me pareció un quejido, pero nunca toco el freno ni hizo ninguna otra reaccion; la señora intento en vano tres veces mas tocar la puerta para que el hombre se detuviera y la dejara bajar, cosa que no ocurrio. Enfurecida fue a reclamarle al conductor, y este le explicó el motivo por el cual no se podia detener el autobus, para estos momentos el RTP llego a la siguiente parada: la delegacion iztacalco, pero la putrefacta anciana por estar discutiendo no se dio cuenta que era su oportunidad de bajar, y el autobus se siguió y no pudo mas que quejarse, se sentó tristemente en su asiento y miro por la ventana, despues de eso, solo se quedo alli.
Yo me bajé en la parada de Oceanía, pero ella siguió dentro del camión, porque sabía que talvés nunca iba a bajar, porque se acababa de dar cuenta que el "Asesino bicentenario" daría fin a sus dias, a su existir, a todo.
Las puertas del autobus, eran las puertas del cementerio.

FIN

Epilogo:

Yo llegué tarde a mi clase de Cálculo, y nunca pude oír mi calificación
Orgasmitos al no poder salir ni por puertas ni por ventanas, tuvo que salir por las noticias

1 comentario:

DURYAN dijo...

ooooooomFg!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


es lo mejor que he leido en la vida, neta!!!!!!


está super buenisiisisisismo!!!!!

te voy a invitar a escribir en mio blog!!!!!!!