sábado, febrero 20, 2010

Vete al infierno

-Buenos días.
Asi dijo la señorita del pay de manzana, un miercoles en la mañana (irónicamente). Cualquiera en su juicio hubiera respondido con un amable "Buenos días tenga usted"; lamentablemente Mati no estaba en su juicio.
Tal parece que ese amable saludo era un llamado a armas para Mati, ya que la señorita del pay de manzana vio el fin de sus dias de una manera que me es desagradable describir.

Mati tuvo una infancia lamentable. Nunca conoció a su padre, y su madre, la golpeó y masacró casi todos los días de su existencia.
Mati era drogadicta, y una vividora. Pero eso era antes, ahora sólo vive de migas de pan que se encuentra con suerte en la calle.

Mati odiaba la humanidad, odiaba el olor a café, la noche, los perros, los gatos y de hecho todos los animales y plantas, odiaba su casa, sus zapatos, su cabello, pero lo que mas odiaba eran los niños que venden galletas de puerta en puerta.

Un día Mati no se levantó de su cama, pero ella estaba mas despierta que nunca.
Vió el suelo, el cual estaba cubierto de sangre oscura, casi negra. Mati se levantó de su cama en el instante, y al volver la mirada a esta vió esa terrorifica figura de la cual siempre se sintió avergonzada. Se vió a si misma.

Mati pudo ver su propia muerte. Y cuando los policias forcejearon la puerta de la entrada, vió como arrastraban su cuerpo como si fuera una jerga sucia, vió como subían su cuerpo a la camioneta policial y se iban.

Vió su cuerpo caer para estrellarse violentamente en un barranco muy profundo.
Vió a la gente reírse de su desgracia
Vió figuras, pero no veía caras, aunque oía estrepitosamente todas esas carcajadas dirigidas hacia ella
Al final se encontro con una cabra, una cabra que fijaba su mirada hacia ella, aquella cabra con el pentagrama invertido en la frente y con el bestial número 666 marcado en su cuerpo.
Un niño (de esos que venden galletas de puerta en puerta)dijo en voz alta: <<"Vete al infierno">>. Y así lo hizo.

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